Las profecías de la Virgen de la Salette
“No ofendan más a Dios (no pequen más) y hagan penitencia; sino, terribles pruebas y sufrimientos vendrán sobre el mundo”.
Un caminante en la fe, obediente a la Santa Iglesia y en espera de la conquista del Santo Cielo
“No ofendan más a Dios (no pequen más) y hagan penitencia; sino, terribles pruebas y sufrimientos vendrán sobre el mundo”.
Este santo, famoso por el prodigio de su sangre que se obra cada año en Nápoles, (Italia) era obispo de esa ciudad cuando estalló la terrible persecución de Diocleciano.
Después que los Santos esposos María y José acordaron partir de Nazaret para ir a visitar a la pariente Isabel, y establecida la hora de la salida, antes de partir se encomendaron mucho a Dios, pidiéndole su ayuda para ese viaje.
Todos hemos experimentado, al menos alguna vez, sufrimientos, conflictos interiores, cólera fuerte e irracional, miedos, tristeza, etc. Frecuentemente estas situaciones derivan de un estado de “enfermedad interior” debido a heridas o traumas recibidos durante nuestra vida, por lo cual necesitamos hacer oración.
Señor mío Jesucristo, dos gracias te pido me concedas antes de mi muerte: la primera, que yo experimente en vida, en el alma y en el cuerpo, aquel dolor que tú, dulce Jesús, soportaste en la hora de tu acerbísima pasión…
La oración por nuestras familias, una gran responsabilidad
De silenciada y apartada por la sociedad (poseída por siete demonios, pecadora arrepentida, juzgada…), a primera portadora de la Buena Nueva (líder, comprometida, fiel, compañera en las horas oscuras, enviada,
portadora de la Palabra)
“José, pronto levantaos y suplicad a Dios con ardor, porque ha decidido hacer un gran bien al mundo entero”
Multiplicar alimentos, levitar, bilocarse o el don de la sanación son algunos de los prodigios que se le atribuyen a este santo de origen extremeño.
La devoción de los dolores de María es fuente de Gracias porque llega a lo profundo del corazón de Cristo.
La cruz es mi paraíso en la tierra, de modo que si el paraíso de allá, de los bienaventurados, son los gozos, el paraíso de acá son los sufrimientos.
El Padre Pío será recordado durante mucho tiempo por sus innumerables enseñanzas espirituales y que se plasmaron en decenas de frases emblemáticas a lo largo de su vida.
“Es cierto que el mundo digital puede exponerte al riesgo de encerrarte en ti mismo, al aislamiento o al placer vacío. Pero no se debe olvidar que hay jóvenes que en estas áreas también son creativos y a veces brillantes”.
“que el nombre de María es la llave de las puertas del cielo,”
Al verte clavado en la cruz, Señor de los Milagros, reconozco el misterio del infinito amor con que derramaste tu sangre por mí, para devolverme la vida y salvarme…